jueves, 23 de diciembre de 2010

NATIVIDAD GARCÍA RIVERA

ISABEL GÓMEZ. CAUSA 9925. ACUSACIÓN


Isabel Gómez Sánchez, ayudaba a su esposo Guillermo Caro Montero, en la taberna de la Plazuela, pero vivían cerca de nosotros, en la Barrera, con sus tres hijos, uno de ellos de mi edad. Por las calumnias, éstos se quedaron huérfanos. No sólo fueron fusilados los padres, Isabel y Guillermo, sino también el hermano de Isabel, Mariano, por rencillas y envidias. No sé qué habrá sido de los tres hijos, que no volvieron a vivir a La Torre, pero que un día (de visita) riñeron con los acusadores.

Daniel Serrano Recio, 22/12/2010.

CESÁREO LÓPEZ. CAUSA 9925. ACUSACIÓN Y FICHA CEMENTERIO

domingo, 19 de diciembre de 2010

NICOLASA CABALLERO BERMÚDEZ. SUMARÍSIMO 9925








En las cinco páginas sacadas del expediente 9925 se pueden leer las vicisitudes sufridas por Nicolasa Caballero Bermúdez, hermana del alcalde Pedro Caballero y esposa de Cesáreo López Garrido. Había sido condenada a pena de muerte por calumnias. Nicolasa tuvo que presentarse durante mucho tiempo en la comisaría de Piamonte, después de ser indultada y durante la Libertad Condicional que obtuvo en 1946. La persecución siguió, según los documentos hasta por lo menos 1949. Tuvo que pedir esa Libertad para cuidar de sus tres hijos « solos » y de su madre. En 1958 tuvo que pedir un certificado de viudez por haber sido fusilado su esposo el 6 de marzo del 41. Todo eso consta en los documentos, que tal vez querrá comentar algún familiar o su hija Carmen, quien creció en una escuela de monjas por estar su madre en la cárcel. Deseo mucha salud y felicidad a Carmen, quisiera conocerla.

Rose-Marie Serrano



Que dolor siento cuando compruebo todas las mentiras que se inventaban por el mero hecho de quitarse de encima a gente que no les convenía por ser contrarios, simplemente a sus ideales políticos. Tanta barbarie durante tanto tiempo.

He sentido un escalofrío al ver la letra de mi querida abuela Nicolasa, y no puedo por más, sentir un gran dolor a través de ese antiguo papel, que fue tocado por ella, dolor que siempre me transmitió cuando desde muy niña, me miraba con sus ojitos marrones, cansados de tantas lágrimas derramadas, y me decía, "mi Cesáreo", cerraba sus parpados y empezaban a resbalar abundantes lágrimas de dolor, amor y desesperación.

Nicolasa parecía una mujer muy fuerte durante mi niñez y mi infancia, pero cuando empecé a ser adolescente y seguía viendo esas lágrimas en sus ojos y escuchando "mi Cesáreo", siempre he sabido que vivió con un profundo dolor, por ese amor que le arrebataron, por esa vida con sus hijos que le quitaron.

Pilar Escobedo López

SERVANDO ZAMORANO ALONSO. SUMARÍSIMO 9925.




Servando era panadero. La panadería creada por los de izquierdas en La Torre, llamada Panificadora Obrera, empezó a regirla como panadero un tal Higinio (Cotyes Rivera de apellidos, si se trata de él, cuyo nombre está en una lista de « izquierdistas » que hizo la guardia civil de Méntrida, Higinios no había sino el panadero), que vivía en la carretera nueva a orillas del puente de San Sebastián. El horno estaba en su casa, a las afueras del pueblo. El pan se vendía en un establecimiento cerca de la iglesia, propiedad de Vicente Santana. Para ahorrarse dinero y no pagar alquileres, la sociedad compró una casa en lo alto de la calle del Angel. Al cambiar el domicilio y el horno, entró como panadero Servando Zamorano Alonso. Este era considerado como de izquierdas.

Al estallar la sublevación, la otra panadería, de Sabas Escudero, (en la calle Real, enfrente de la casa de la Señorita) regentada por su hijo Rufino, que participó en la sublevación, fue encautada por el Ayuntamiento y pusieron de regente en ella a Servando. Debido a esto al terminar la guerra, Servando fue acusado de haberse apoderado de la pandería de Sabas y condenado a la pena de muerte. Fue indultado, pero estuvo en Yeserías, y también en Valladolid encarcelado, (consta en el expediente). Después de salir yo del castillo-prisión de Cuéllar, no le volví a ver.

Daniel Serrano Recio, 18/12/2010.

CARTA AL ALCALDE DE LA TORRE DE ESTEBAN HAMBRÁN EN 1985




jueves, 16 de diciembre de 2010

RECUERDOS DE DANIEL SERRANO RECIO Y DENUNCIAS DE DESIDERIO PABLO DOMÍNGUEZ


Daniel Serrano, al salir de la cárcel, con 22 años y Daniel con 90 años





En los años veinte a treinta los muchachos de la Torre de Esteban Hambrán jugábamos a tirarnos piedras. Por una parte los que vivían en el Regajo (zona más baja del pueblo) y por otra parte los de La Barrera (zona alta donde yo vivía).

A eso nos dedicábamos por las tardes, después de salir de la escuela y los domingos. Nunca ninguno fue tocado por una piedra, éramos expertos en evitar las piedras que recogíamos por el suelo. Seguramente La Torre habría sido en tiempos un pueblo montañoso. Además el nombre de Serrano es allí muy corriente.

Supongo que por eso, recordando esos juegos callejeros de los niños (las niñas eran más tranquilas), el Jefe de Falanje Local, Desiderio Pablo Domínguez, en octubre de 1939, « informó » a Madrid de que yo era el tira-piedras número uno del pueblo en mis mocedades.

Pioneros no llegó a haber en La Torre. No apredeamos a los adultos de ninguna tendencia política en nuestras peleas. Seguramente Desiderio Pablo, de los del Regajo, intervendría en nuestras peleas ya que supongo que en 1939 tendría más de los 19 años que yo tenía, al ser víctima de tales acusaciones, falsas, como todas las demás, por las que me condenaron a 12 años y un día de cárcel.

En cuanto a Damían Plaza Fernández, era labrador, se casó poco antes de ir a la cárcel con condena de pena de muerte conmutada en 30 años y un día. Era amigo de Eudaldo, le amaestró las vacas, en lo que era experto. A Damián, Eudaldo le enseñó a leer y contar. Después de salir de la cárcel, viviendo en la casa que da a La calle José Antonio, compró la casa de Aurelio, a la que arruinaron tras la salida del pueblo de Aurelio con su familia y el asesinato de su madre y tía. Allí cobijó las vacas. Juan el Ratón, su hermano, de mi edad, me trajo a sus hijos, para que les enseñara a leer en los años 50. Tal vez lo recuerden, cuando les dije que claro, con el libro del maestro, de literatura, no podían aprender a deletrear. Les di lecciones mientras me lo permitieron, pero eso es otra historia, la de la postguerra y del franquismo inquisidor.

Si vivieran, me gustaría volver a ver a los hijos de mi amigo Juan el Ratón, los sobrinos de Damián, con quien estuve en la cárcel.

Daniel Serrano Recio, París, 16/12/10






miércoles, 15 de diciembre de 2010

PROCEDIMIENTO SUMARÍSIMO 11277 SEGUIDO CONTRA MARIANO SERRANO SANCHEZ (EL NAVARRITO)

En Madrid a 28 de enero de mil novecientos cuarenta y cuatro. En cumplimiento del artículo 661 del Código de Justicia Militar, se hace constar por la presente acta lo siguiente.

Constituido el Consejo de Guerra de Plaza, presidido por el Teniente Coronel D. Luis de Alba Clares y como vocales Capitán D. Avelino Larrocha López, Capitán D.Filadelfo Rodriguez López, Capitán D.Francisco Diaz Tendero, Vocal Ponente Teniente D. José Antonio Calderón y Peréz de Alba en Audiencia Pública dió comienzo la sesión a las en el Palacio de las Salesas, para juzgar al Procesado Mariano Serrano Sánchez el cual se hallaba presente.

Dada cuenta de la causa por el instructor fueron examinados los testigos.

Primitivo Salvador Martín de 34 años de edad, natural de la Torre de Esteban Hambran. Preguntado contestó: que cree que no fue jefe de las milicias que no le vió armado y que no sabe que haya intervenido en asesinatos.

Blas Gómez Martín de 38 años de edad, industrial, que él fue perseguido y el procesado le favoreció en cuanto pudo, que no le ha visto nunca armado y que no le cree capaz de cometer ningún hecho delictivo.

Asunción Valdés a preguntas de la defensa contestó que el procesado estaba de criado en su casa que se ha portado muy bien con ella durante la guerra, que todas las acusaciones que se le hacen son debidas , a que como estaba a su servicio y la testigo estaba regañada con los Srs. Sabas y que una tal Pepita la había dicho que ella y sus criados se las tendrían que pagar, que a ella la acusaban de ciertos desmanes y que en consejo de guerra, saliendo absuelta.

Durante (no pone) minutos se constituyo de nuevo el Consejo, manifestando el Fiscal que: os hechos realizados por el procesado son constitutivos de un delito de Adhesión a la Rebelión Militar, por lo que pidió para el procesado: la pena de 30 años de Reclusión Mayor.

A continuación el Defensor :solicitó para su defendido la libre absolución.

Preguntado convenientemente el procesado por el presidente, contestó:

Terminado el acto quedó el Consejo reunido en sesión secreta para deliberar y dictar sentencia, firmando los presentes Vº Bº el Presidente del Consejo con el Sr. Juez, certifico.

Fimas el presidente el secretario

Comentario

Esto es un ejemplo de la España de Franco y del Nacional Catolicismo que para condenar a una persona a la pena de muerte u otras de larga duración sólo hacia falta las denuncias de aquellos que eran adictos al régimen tanto en su variedad política como religiosa (si es que se podía separar).

En cualquier país mínimamente democrático, en un procedimiento penal las denuncias hay que ratificarlas en el acto del juicio oral y prestar declaración y si sólo comparecen los testigos de la defensa, el tribunal debe absolver pues debe prevalecer el concepto de que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, y todavía más dantesco si cabe que pese a la petición del Ministerio Fiscal, el tribunal imponga más pena que la solicitada.

Los denunciantes contra el Navarrito:

Gloria Fernández
Clara Domínguez
Bernando Lobón Valdés
Juan Papell Saiz
Venancio Escudero Piñero

No acudieron al acto del juicio oral para ver cara a cara a su denunciado (aunque en esa España no hacia falta)

Mi agradecimiento aunque sea póstumo a los testigos que comparecieron en defensa de mi abuelo, pues demostraron que pese a las diferencias sociales o políticas que tuvieran el coraje de comparecer a defender a un adversario del régimen pese a lo que les pudo suponer.

Y si hablamos de una vez extinguiendo condena es dantesto que de alguna forma te obliguen a aprender la religión católica, que tengas que pasar por peticiones al Generalísimo para que den una miserable manta a tu familia o a los que van a ser ejecutados tengan que confesarse para poder escribir a sus familiares, la Iglesia católica española todavía no ha pedido perdón por su connivencia con el régimen.

Un saludo de Manuel Serrano.









martes, 14 de diciembre de 2010

RECUERDOS DE ÁNGEL GÓMEZ A PROPÓSITO DE AVELINO ESCUDERO PEINADO

Ángel Gómez, combatiente de la Resistencia en Francia, teniente del Ejército Republicano español y teniente FFI en Francia recuerda a su compañero Avelino Escudero Peinado, quien tras cruzar la frontera, estuvo un año en Le Barcarès, de 1939 a 1940, en el islote A, y se apuntó a una compañía de trabajo del Lot-et-Garonne, el V° regimiento, para trabajar en una fábrica de pólvora. Después, un tren los llevó (aún no se conocían) el 16 de septiembre de 1940 a Alta Saboya, a Doussard a cortar leña, y pasaron, José Caballero, él y Avelino, al Ejército Secreto (l’Armée Secrète) y después a la Resistencia.

Antes de subir a la meseta de Los Glières, se juntaron 15 «cazadores alpinos» en el grupo de Navarro, entre ellos Angel y Avelino, gracias a las armas del 27 Batallón de Cazadores Alpinos cuyos oficiales escogieron armas para esconderlas de la milicia pro-nazi, en 1943. Avelino estuvo haciendo de enlace bajando informaciones y recados del Mont Baron a Annecy, hasta que un día los gendarmes le detuvieron pero logró escapar. Estuvieron en el Mont Baron, en Naves, en el chalet, en la sección Ebro en Los Glières, pero el 26 de marzo del 44 el capitán Anjot ordenó bajar y Avelino fue hecho prisionero y matado en Thorens.

Ángel añade que Avelino tenía perfecta conciencia de que estaba en Francia para luchar contra el fascismo, que empezó por asentarse en España para hacerse con las bases del Mediterráneo.

Ángel también estuvo en Le Barcarès, y antes en Saint-Cyprien. Había sido evacuado herido de Madrid a Cataluña, y luchó con el General Saravia.

Ángel cuenta con orgullo que cada año el Presidente francés va a homenajear a los resistentes de Alta-Saboya, a los republicanos españoles muertos y vivos (desde que falleció José Caballero no quedan sino Angel Gómez y José Salvador, los tres han sido condecorados con la Légion de Honor), y añade con humor que le dijo que los italianos también son importantes, ya que él se casó con una italiana.

Ángel y yo nos reímos de la gracia, pero estuvimos contentos de recordar a los amigos y aquel pasado cruel pero heroico. Tengo suerte de haber hablado con uno de los compañeros de Avelino Escudero Peinado, todos valientes españoles que lucharon por nuestra Libertad.

Rose-Marie Serrano, París, 13/12/10

Ángel (el primero a la izquierda de la foto) con José Caballero en el homenaje al padre de Geneviève Besson, sus cenizas están en el cementerio Necrópolis de Morette les Glières.

sábado, 11 de diciembre de 2010

DOCUMENTOS CONSEJO DE GUERRA DE EUDALDO SERRANO Y FICHA CEMENTERIO


INFORMES SOBRE EUDALDO DEL JUEZ MUNICIPAL DE LA TORRE DE ESTEBAN HAMBRAN



Comentario sobre la denuncia de 1940 de Antolín Pinel :

Antes de la guerra, Antolín Pinel era el dueño de la posada, sita en la plaza, en el edificio de los Alonso, proprietarios de la fábrica de alcoholes. Durante la sublevación, que se sepa, no intervino en nada. En 1940 era juez municipal de La Torre, e "informó" a Madrid, sobre la "actuación" de los republicanos. Para nosotros sus acusaciones de que Eudaldo era "destacado marxista, entusiasta propagandista, presidente de la Reforma Agraria" son alabanzas, y nos enorgullecemmos de ellas. En cuanto a las demás acusaciones, encaminadas a dañar y perjudicar a un defensor de la democracia y del régimen legal, callan que los sublevados fueron los fascistas que le ascendieron al puesto de juez, que empuñaron las armas por derrocar el régimen que estaba estableciendo la justicia social, lo que no pudieron soportar. Su gran enemigo era la Reforma Agraria, que instauraba justicia, dando trabajo a todos los jornaleros, cuando ellos sólo se lo daban a los esquiroles y a gente obediente al caciquismo. ( De esto atestiguan varias páginas de dicho expediente, en el que se acusa a varios republicanos que lucharon en las huelgas por aumentar el salario de los jornaleros de 3 a 3.50 pts, de que intervinieran frente a los esquiroles Dichos republicanos, Eugenio Martín Aguilar, su hermana Francisca y Cesáreo López Garrido, cuñado del alcalde Pedro Caballero fueron fusilados en Talavera y Madrid con muchos más del pueblo. El odio lo sentían los caciques y sus protegidos por los trabajadores honrados y valientes). La Reforma Agraria fue un gran beneficio para La Torre y los pueblos circundantes, distribuyendo las tierras del latifundio más grande de España, el Monte Alamín.

Daniel Serrano Recio y Rose-Marie Serrano


jueves, 9 de diciembre de 2010

BUSCAMOS A LOS FAMILIARES DE JOSÉ GARCÍA PLAZA Y TEÓFILO MARINAS AGUADO

Buscamos a los familiares de estos dos torreños que fueron asesinados por las balas fascistas en el Cementerio del Este en Madrid. Si alguna persona tiene información sobre los mismos y quiere compartirla para ser publicada en este blog de resistencia de la memoria y homenaje a aquellos que defendieron la legalidad democrática republicana, puede contactar con nosotros en el siguiente correo:

JOSÉ GARCÍA PLAZA
27 años
fusilado el 3 de mayo de 1940

TEÓFILO MARINAS AGUADO
29 años
fusilado el 15 de noviembre de 1939

RECUERDOS DE EMILIA SERRANO, HIJA DE AURELIO

Recuerdos de Emilia Serrano, hija de Aurelio, concejal socialista de La Torre, víctima del franquismo.



Aurelio Serrano, mi padre, tenía dieciséis años y cinco hermanas menores cuando murió mi abuelo Fermín. Mi padre ayudó a su madre Cipriana. Fue concejal socialista del Frente Popular con Pedro Caballero, Eudaldo Serrano, Marcelino Zamorano.

Era un hombre noble, valiente, bueno, de gran bondad y humanidad, interesado por el bienestar de los humildes, ya que de joven supo lo que significaba trabajar en el campo, de jornalero y de labrador.

Todos salimos para Madrid en octubre del 36. Mi abuela Cipriana, cuyos restos yacen ahora en una fosa con los de su hermana Trinidad, cerca del arroyo de Berciana, asesinadas cuando entraron los facciosos en el pueblo, no había querido salir de su casa.

En Madrid mi padre, amigo de Eudaldo, trabajó un tiempo con él y su padre en el abastecimiento de la ciudad.

En 1939, a mi padre le condenaron a pena de muerte y después a treinta años de cárcel. Para redimir la condena, fue a trabajar, sin que le pagaran, a obras de casas construidas por el ejército, gracias a que un comunista le ayudó estando en Porlier. Cayó enfermo y nos dijeron en 1947 que había muerto de « angina de pecho ».

Mi madre, Juana Rodríguez, estuvo en Ventas de 1939 a 1943. Se la llevaron entonces a Talavera, donde pasó aún cuatro meses hasta ser liberada, pero tuvo que presentarse a la comisaría durante mucho tiempo.

En 1939, yo tenía quince años, puse un puesto de bisutería con ayuda de mis tías, en la calle de Toledo, mi hermana de catorce años trabajaba de dependienta en una tienda. Llevábamos a nuestros padres encarcelados, una cesta de comida semanal.

Un día alguien nos propuso romper el expediente de mi padre por mil pesetas, no aceptamos. No sé qué habrá sido del expediente.

Tampoco sé dónde están los restos de mi padre, un tiempo enterrado en el cementerio del Este. Mi abuela Cipriana yace en una fosa, de la que yo quisiera llevarla con los familiares que tienen sepultura decente.

¿Qué hacer ? Ya tengo ochenta y siete años.

Espero hablarlo todo con Daniel, cuando venga a Madrid. El y yo hablaremos un día entero por lo menos de los nuestros, de aquella trágica historia de nuestro pueblo toledano, de nuestro país.

Emilia Serrano Rodríguez
Madrid, 1° de diciembre de 2010

COMENTARIOS:

"He recordado que mi padre siempre cuando pasábamos por el arroyo Berciana, que está, yo creo, en la carretera que va de Mentrida hacia Aldea del Fresno (antes pasaba cerca el ferrocarril de Almorox) que mataron a dos señoras de edad porque no cogieron al hijo y que al parecer las mal enterraron y el agua las desenterró y las tuvieron que volver a enterrar".

Manolo Serrano