jueves, 9 de diciembre de 2010

RECUERDOS DE EMILIA SERRANO, HIJA DE AURELIO

Recuerdos de Emilia Serrano, hija de Aurelio, concejal socialista de La Torre, víctima del franquismo.



Aurelio Serrano, mi padre, tenía dieciséis años y cinco hermanas menores cuando murió mi abuelo Fermín. Mi padre ayudó a su madre Cipriana. Fue concejal socialista del Frente Popular con Pedro Caballero, Eudaldo Serrano, Marcelino Zamorano.

Era un hombre noble, valiente, bueno, de gran bondad y humanidad, interesado por el bienestar de los humildes, ya que de joven supo lo que significaba trabajar en el campo, de jornalero y de labrador.

Todos salimos para Madrid en octubre del 36. Mi abuela Cipriana, cuyos restos yacen ahora en una fosa con los de su hermana Trinidad, cerca del arroyo de Berciana, asesinadas cuando entraron los facciosos en el pueblo, no había querido salir de su casa.

En Madrid mi padre, amigo de Eudaldo, trabajó un tiempo con él y su padre en el abastecimiento de la ciudad.

En 1939, a mi padre le condenaron a pena de muerte y después a treinta años de cárcel. Para redimir la condena, fue a trabajar, sin que le pagaran, a obras de casas construidas por el ejército, gracias a que un comunista le ayudó estando en Porlier. Cayó enfermo y nos dijeron en 1947 que había muerto de « angina de pecho ».

Mi madre, Juana Rodríguez, estuvo en Ventas de 1939 a 1943. Se la llevaron entonces a Talavera, donde pasó aún cuatro meses hasta ser liberada, pero tuvo que presentarse a la comisaría durante mucho tiempo.

En 1939, yo tenía quince años, puse un puesto de bisutería con ayuda de mis tías, en la calle de Toledo, mi hermana de catorce años trabajaba de dependienta en una tienda. Llevábamos a nuestros padres encarcelados, una cesta de comida semanal.

Un día alguien nos propuso romper el expediente de mi padre por mil pesetas, no aceptamos. No sé qué habrá sido del expediente.

Tampoco sé dónde están los restos de mi padre, un tiempo enterrado en el cementerio del Este. Mi abuela Cipriana yace en una fosa, de la que yo quisiera llevarla con los familiares que tienen sepultura decente.

¿Qué hacer ? Ya tengo ochenta y siete años.

Espero hablarlo todo con Daniel, cuando venga a Madrid. El y yo hablaremos un día entero por lo menos de los nuestros, de aquella trágica historia de nuestro pueblo toledano, de nuestro país.

Emilia Serrano Rodríguez
Madrid, 1° de diciembre de 2010

COMENTARIOS:

"He recordado que mi padre siempre cuando pasábamos por el arroyo Berciana, que está, yo creo, en la carretera que va de Mentrida hacia Aldea del Fresno (antes pasaba cerca el ferrocarril de Almorox) que mataron a dos señoras de edad porque no cogieron al hijo y que al parecer las mal enterraron y el agua las desenterró y las tuvieron que volver a enterrar".

Manolo Serrano

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