El 16 de junio de 2017 unos amigos de los
Republicanos españoles de Región parisina asistimos a las ceremonias de
re-inhumación de Francesc Boix en
el cementerio del Père-Lachaise de París.
Desde su
muerte en 1951 sus restos descansaban en el cementerio de Thiais adonde le
llevamos varias veces flores tricolores y saludamos su memoria con su bandera
tricolor, la nuestra.
Por lo
tanto, a pesar de que pusiera - en las invitaciones a los socios, de los que no formamos parte, menos una amiga- por pedido de la Amical de Mauthausen,
que « no se trajeran ni flores, ni banderas », las llevamos por costumbre
y placer si no por deber al homenajear a un republicano español, que nos
inspira tanto respeto como admiración. Yo, además, personalmente no me enteré de tal pedido y por lo tanto
marché para el cementerio parisino como lo hice tres o cuatro veces para el de Thiais,
con la cesta morada que me acompaña fielmente a todos los lugares de memoria
republicana, cargada de flores tricolores, bandera y chalinas republicanas así
como de algunos lacitos tricolores confeccionados por una amiga costurera, para
regalarlos si venía al caso.
Nuestros abanderados (el de los ARE de
RP y de MHRE 89[1]) se pusieron
a un lado, como se lo pidieron, mientras
los abanderados de la Amical de Mauthausen y de ACER (Amical de Combatientes en
España republicana), velaban el
ataúd de los despojos mortales del heróico fotógrafo de Mauthausen, cubierto
con una bandera republicana española, que estaba en el medio de una división
del cementerio, antes de llegar al
monumento a los españoles de la FEDIP y al de la funesta escalera de Mauthausen, debajo de un toldo. Otros
abanderados con la Tricolor
estaban más atrás.
Tras saludar a los asistentes, al deportado español a Mauthausen
presente, Ramiro Santisteban, a la Sra Alcaldesa de París, a sus concejales, entre ellos la de la Memoria y del Mundo combatiente, a las
personalidades españolas (entre
ellas representantes de la embajada de España, del gobierno catalán y de la alcaldía de Barcelona),
el Presidente de la Amical de Mauthausen, el Sr Daniel Simon, pronunció su deslumbrante discurso
filosófico (se adjunta con traducción al castellano) en el que destacan , entre
otras fórmulas acertadísimas : « Este ataúd contiene los restos de un
hombre, sesenta y seis años después de su inhumación. Es también,
evidentemente, el receptáculo simbólico de una historia colectiva, aún ardiente
y palpitante. ¿ Cómo se podría hacer abstracción de tal fondo ? Es
imposible deshistoricizar el acontecimiento. Es cierto que hemos soñado con que
esta ceremonia sea menos humilde y discreta que la de 1951 ; no teníamos
totalmente conciencia del ancho eco que tendría. » o « Respecto a la
memoria, el trancurso del tiempo no tiene el poder. La memoria se construye o
se esfuma según otras leyes, las de las necesidades del momento, es el barómetro
de las subjetividades. » o : «¿ Por qué el estado emocional
sigue siendo tan vivo y como si estuviera tetanizado ? Cuando el pasado no
pasa, es que hay un cerrojo, que algo hace obstáculo. ¿ Hasta dónde ? ¿
Hasta cuándo ? Oso una hipótesis : hasta la apertura de las fosas
comunes donde siguen amontonadas las víctimas de la dictadura…Cuestión central,
que hace eco muy lejano a nuestra ceremonia. La morbosidad es el no cambiar
nada. »
Es muy importante saber que Austria
participó en las ayudas que obtuvo la Amical de Mauthausen para trasladar los restos del noble fotógrafo y
también participamos financieramente varios amigos de los republicanos
españoles.
Se tocó el Cant dels Ocells. Pronunció un emocionante
discurso la Sra Alcaldesa de París (a la que no logramos dar nuestra carta con la
petición de un lugar en París para todos los Republicanos españoles (como se la
venimos haciendo desde el 24 de agosto de 2014, el día del
gran homenaje a la Nueve) ; intervino
el representante del gobierno catalán. Una cantante cantó en catalán « el
emigrante », canto muy conmovedor. Hablaron Liber, el hijo de un deportado
a Mauthausen, la sobrina catalana de Francesc Boix para agradecer el acto a su
tío.
Se pusieron flores amarillas que formaron una bandera tricolor
con las rojas y azules que ya estaban al lado de la foto y un cojín florido que
semejaba el « triángulo azul ». Llevaron a espaldas el ataúd a la
tumba cercana y pusimos nuestras flores tricolores bajo la foto de Paco. Desfilamos ante el ataúd, echamos
pétalos de rosas rojas encima, ante la placa con los datos de Francesc Boix. Después hablamos
en medio de las tumbas con un joven madrileño, con beca Erasmus, de la República y nos sacamos fotos con varios amigos, entre
ellas una amiga francesa de los Glières, cuyo padre francés fue deportado y otra cuyo tío español también lo fue
al terrible campo austríaco, delante
de la tumba del heróico fotógrafo, con la Tricolor. También saqué una foto con
la bandera de la asociación Guerrillero
Olvidado, de Cazères-sur –l’Adour, de la que soy socia, que rinde homenajes
a los soldados españoles de los que se va descubriendo gracias a las pacientes
búsquedas en archivos (y a veces
escribiendo a alcaldes de los pueblos españoles), de José Martorell, que lucharon
en Francia y cayeron sin ser reconocidos.
Después marchamos para el patio del ayuntamiento del XX°
distrito, donde hablaron varias personalidades, a propósito del libro de Benito
Bermejo, El fotógrafo del
horror , traducido al francés, que saldrá pronto. Saludamos a Ramiro Santisteban y a su
esposa, sentados a la sombra de un paraguas, a Elsa Osaba. Intervinieron varias personalidades, entre ellas Madeleine Riffaud. Benito
Bermejo nos expuso detalladamente sus apasionantes métodos científicos.
Por fin, concluimos la emocionante tarde con varias charlas, ante los agasajos ofrecidos por la
Amical de Mauthausen y la alcaldía del XX° distrito ; conocimos a varios españoles, entre
ellos a Carlos Hernández, que escribió Los últimos españoles de Mauthausen[2] ;
belgas y holandeses todos muy interesados por la República
española, como un amigo presente del Ateneo
republicano de Bélgica, que nos habló de la Marcha de Borredon y del CIIMER.
También conocimos a varios socios de MHRE89, que vinieron en masa entusiasta y
determinada a reforzar las tropas de republicanos españoles de París con muchas
banderas y chalinas tricolores y nos hablaron de CAMINAR. También hablamos con una socia de la Asociación
del 24 de agosto de 1944.
Nos sacamos fotos con Benito Bermejo, con varios amigos, entre ellos la sobrina
catalana de Francesc Boix, doña Ana María S. Boix, para inmortalizar la
importante e inolvidable tarde histórica
en la que por segunda vez « se dio hospitalidad en París a Francesc Boix »,
un valiente republicano español.
Tuvo gran éxito tal acción y nos
alegramos de que de ahora en adelante a Francesc Boix se le pueda homenajear
más facilmente y más a menudo, en un lugar prestigioso de la capital francesa,
como bien se lo mereció.
¡ Gloria a Francesc Boix !
¡ Viva la República !
Rose-Marie Serrano (ARE de RP)
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