Creo os alegraríais si supiérais que vuestro
hijo Daniel, ya un ancianito, que dejó vuestro pueblo en los años 60, veinte
años después de los tristes acontecimientos que trastornaron para siempre
vuestra vida y la de todo vuestro país, acaba de escribir desde París a la Alcaldesa de Madrid nuevamente
elegida, para recordarle la injusticia vigente en la capital del Estado español, que sigan sin nombre en el
cementerio de la Almudena (del Este) unos casi tres mil fusilados, como si
nunca lo hubieran sido.
Ignoran los que pasan por allí que allí se
fusiló sin parar y con odio de
1939 a 1944. Sin reconcilación alguna ni nada que se aproximara.
Yo misma aquí en Francia lo ignoré muchos años y
cuando estuve en la Ciudad Universitaria estudiando nos hablaron de todo, menos
de aquello.
Lo ignoran también muchos escolares y lo ignoran
los bisnietos de Daniel, dos bisnietas de Valladolid y dos bisnietos de
Canarias, aún pequeños. Para los jóvenes escribo, para que un día sepan cuán
enormes injusticias se cometieron en su país y si un día aprovechan los frutos
de las tierras toledanas de vuestro pueblo, que sepan que se las deben a
vuestro trabajo y a vuestra generosidad, ya que escogisteis el partido de la
libertad y de la nobleza, el de la República que dio tierra y educación al
pueblo.
La nobleza, dijo un filósofo francés al que
leería nuestro querido Quijote, es la preferencia del honor al interés. Eso
escogió también vuestro hijo Eudaldo, la República fue la nobleza de España.
Volverá a serlo.
Por ahora Daniel escribió a la Alcaldesa de
Madrid, esperando le escuche y satisfaga el pedido: poner por fin nombres
a los fusilados del cementerio de la Almudena, a los tres mil, entre ellos los
nueve de su tierra toledana, que sigue recordando día tras día, mirando desde
su jardín parisino el cielo y los aviones « que van para el Sur, para
España » y cantando canciones de su juventud, recordando el río Alberche,
el río Ebro, donde « casi se ahogó por Zaragoza » y preocupándose por
si se cultivan o no las olivas y la era de la Torre de Esteban Hambrán,
aquellas tierras que tanto amasteis, abuelos Pedro y Mercedes y vuestro hijo
Eudaldo, fusilado en plena juventud,
en la tapia fatal de la Almudena.
Llevaremos flores al monumento de la Almudena,
nos lo pondrán, cómo dudarlo, abuelitos toledanos, existen tales monumentos en
tantos sitios ya, allí leeremos los nombres de los nuestros, os lo prometo. No
murieron en vano. E irán también
allá con flores tricolores y banderas de la República, un día venidero, el 14
de abril, con sus profesores y con las autoridades, como hacemos aquí el 8 de
mayo o el 27 de mayo, vuestros tataranietos vallisoletanos y canarios, aún
pequeños, no cabe duda.
¡ Irán los niños de toda España a poner
flores a la tapia de la Almudena de Madrid cada 14 de abril, a los héroes de la
República ! ¡ Viva la
República ! ¡ Viva la Tercera !
Rose-Marie
Serrano (París, 16 de junio de 2015)
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