lunes, 18 de junio de 2012

LA DENUNCIA DE VALENTÍN RECIO GÓMEZ




La denuncia de Valentín Recio Gómez (firmada por él en La Torre de Esteban Hambrán el 2 de septiembre de 1939) contra Asunción Valdés García y su sobrina Asunción Valdés Mogín, « La Señorita », es un conjunto de mentiras, falsedades y calumnias.

En el pueblo de La Torre de Esteban Hambrán no existía en 1936 el partido comunista. Otra mentira es que la Panificadora Obrera recibiera dinero de Asunción Valdés García. Pues su situación económica era sobradamente firme para no necesitar préstamos de nadie.

Lo real y cierto ocurrido es lo siguiente : estas Señoras Valdés poseían una hacienda de las mayores del pueblo, heredada de un tal Gerardo Valdés. En los años treinta esta enorme hacienda estaba arrendada a una familia que se apodaba « Los Culolargos », labradores de oficio. Resulta que no pagaban el arrendamiento y debían una suma considerable a la familia Valdés. En la primavera del año 1931, con toda la cosecha en flor y sin pagar los arrendamientos, la Señora Valdés contactó con labradores que eran de izquierdas para ver si querían coger sus tierras en alquiler y hacerse cargo de la cosecha que estaba en marcha pagándole a ella lo que los « Culolargos » le debían. Así pues llegaron a un acuerdo y los labradores de izquierdas se hicieron cargo de toda la cosecha que estaba en marcha.

A llegar el verano se recogió la cosecha y se le pagó lo que se había convenido. Para llegar a este éxito, tanto de los labradores como de la Sra Valdés, los labradores formaron una especie de cooperativa ; se recolectó la cosecha, se trilló en una era de su propiedad que existe en el sector de San Roque y después de la recoleción la Señora apodada « La Señorita » (sobrina de Asunción Valdés García) convino en arrendarles toda la hacienda quedando las olivas en su propiedad y conviniendo que los labradores las cultivasen en un precio convenido con el arrendamiento de las tierras.

Esto sucedió así y ocasionó que las Señoras Valdés adquirieran simpatía por parte de los labradores de izquierdas, cosa natural puesto que todo marchaba a las mil maravillas. Lo demás son todos embustes.

Daniel Serrano Recio, 15 de junio de 2012.

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