Erase un noble caballero toledano, “ líder del pueblo” bien llamado,
Y en la Magdalena de su pueblo “Eudaldo” bautizado.
De trigos y viñas gran experto, de joven sin tregua araba, trillaba y sembraba,
Para total contento de su padre y familia.
Culto, valiente, en ratos libres y ocios, teatros y funciones musicales,
Discursos y luchas campesinas, sin descanso allí animaba,
Apasionado por Artes y Justicia.
¡Llegó aquel verano de brasa, y malhadado,
En que tan largas y revueltas fueron las vacaciones!
Eudaldo, el noble caballero de rubios trigos nutrido, con letras y poemas embelesado,
En Porlier recluso hasta el año 41,
Con sus amigos torreños de rebelión convictos,
Por las tardes soñaba con la era de trigo, la trilla y La Barrera,
Con su casa con el granero lleno.
¿ Quién llevaría los granos a moler?
¿ Quién llevaría las vacas a pacer?
¿ Volverían su madre Mercedes y su hermano Daniel, recluso en Yeserías, a tirar a los vientos en el corral chinitas, otra vez, para conjurar funestas tempestades?
¿ Volvería a oír sus cantos y refranes, de su pueblo riqueza inaudita?
¿ Volvería a hacer de “Juan José”, con Rosa, su enamorada, el romántico y trágico papel, volvería a reírse al oír a su amigo improvisar papeles cuando se le olvidaban, en el teatro “Arniches”?
¿Qué sería de España fuera del siniestro Porlier?
“¡Tú, Daniel, tú, saldrás! Tú, ¡ nos vengarás!”
Amigos, hermano, no os vengué.
Por eso llevo esa deuda con vosotros todos, la llevo hasta el final.
No sé escribiros poemas ni pedir amnistías. Nada tenéis que haceros perdonar.
Sólo pido y digo a los jóvenes : “ ¡ Recordad ¡ ¡ No murieron en balde, recordad!”
¡Eudaldo, Aurelio, Pedro y todos los demás!
Daniel Serrano Recio, París, 30-10-2009
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