Ayer, 27 de mayo de 2025, se celebraron en París varias ceremonias con ocasión de la Jornada Nacional de la Resistencia.
Pero el 26 de mayo hubo un “pueblo con los puestos de las asociaciones de la memoria de la Resistencia” en el 18 distrito de París, con ocasión de este 80 aniversario de “la redición sin condiciones de los ejércitos nazis”.
Acudí el 27 de mayo al homenaje rendido a Jean Moulin, fundador y presidente del Consejo Nacional de la Resistencia, cerca de los Jardines del palacio del Eliseo, ante el original monumento del escultor Georges Jeanclos erigido en 1984 entre los Campos Elíseos y la avenida de Marigny.
Cuando llegué, ya estaban preparadas las flores que se ofrecerían y los abanderados, las autoridades y representantes de la organización de la Jornada esperaban al Presidente de la Fundación de la Resistencia. Entre los abanderados estaban dos por la ARAC (Asociación Republicana de Antiguos Combatientes), uno por los Mártires de Chateaubriant. Entre las personalidades, además del secretario de la organización de la Jornada, el señor Guy Hervy, también estaba el señor Georges Duffau-Epstein, Presidente de la Asociación por el Recuerdo de los Fusilados del Mont Valérien (donde hubo al parecer unos diez fusilados de origen español).
El señor Gilles-Pierre Levy, Presidente de la Fundación de la Resistencia, después de saludar a las asociaciones de Antiguos Combatientes y de la Memoria, precisó que se trataba de “en este 82 aniversario de la fundación del Consejo Nacional de la Resistencia, de homenajear al fundador Jean Moulin y, a través de él, a toda la Resistencia”.
Habló primero brevemente de la resistente deportada a Ravensbrück, Noëlle Vincensi, quien relató cómo sobrevivió gracias a un pedacito de azúcar (Le morceau de sucre, editorial Albiana).
Después el señor Presidente, quien lamentó que el monumento a Jean Moulin no estuviera aún suficientemente indicado, pero que pronto lo estaría en el callejero, insistió en la originalidad del escultor quien no quiso, en su homenaje al heróico resistente francés, esculpir armas sino que “en su nombre erigió cinco estelas…la muda dolorosa de nuestras esperanzas…para sobrevivir al desprecio…”. Si el artista “olvidó las armas…descendió al fondo de sus angustias…” porque “ a sus diez años esperaba que Jean Moulin viniera a liberarnos”. “Fue inspirado por el judaísmo, por el arte cristiano y por los acontecimientos de la Segunda Guerra mundial”.
El señor Gilles-Pierre Lévy precisó que “la ceremonia de la calle Dufour, donde fue creado el Consejo Nacional de la Resistencia, parlamento clandestino para definir las grandes líneas de la sociedad francesa una vez liberada, las bases de una sociedad más justa, que echó las matrices de las grandes reformas de 1945, fuente de inspiración para muchos de nuestros contemporáneos, siempre precede la ceremonia del Arco del Triunfo de homenaje al Soldado Desconocido.
Después del breve discurso del señor Presidente se escucharon la Marsellesa, el canto de los Partisanos, himno de la Resistencia, y se colocaron las flores preparadas.
Después de las autoridades y del Comité de Organización de la Jornada, añadí mi ramito tricolor de los colores de la bandera republicana española porque Jean Moulin fue un gran defensor de la República española y en Francia lucharon muchos republicanos españoles, quienes, bien se sabe, empezaron la lucha desde el fatal verano de 1936 en su patria. La secretaria de la organización de la Jornada me dio amablemente las gracias por las bonitas flores.
El presidente y las autoridades saludaron a los abanderados.
Antes de salir del recoleto jardín donde se yergue el monumento, saqué fotos a éste, con cinco bronces que se titulan : “el murmullo”, “la desaparición”, “las lágrimas”, “el encarcelamiento mudo” (Jean Moulin no denunció a nadie a pesar de las torturas), “el renacimiento” y una estela con el nombre y fechas del valiente resistente.
Cerca se yerguen una imponente puerta del jardín del palacio presidencial y una bella fuente.
Tras este sencillo pero emocionante homenaje al gran héroe francés, un autobús nos llevó al Arco del Triunfo. Asistí por vez primera al homenaje de reavivar la llama al Soldado Desconocido debajo del Arco del Triunfo. Se reaviva cada noche.
Estaban además de las personalidades, abanderados, alcaldes, representantes de asociaciones de la memoria y de antiguos combatientes, muchos jóvenes de varias escuelas de las afueras de París, de Charente y también del liceo francés de Camboya.
Anduvimos en procesión con banderas y flores desde lo alto de los Campos Elíseos hasta el monumento engalanado con la bandera tricolor de la República Francesa.
Se colocaron muchas flores frente al recinto de la llama perpetua de la que se explicó la compleja historia. Fue ideada en 1923 por André Maginot la llama que brilla permanentemente para un soldado desconocido, desde el 11 de noviembre de 1923. Hubo un millón cuatrocientos mil muertos en aquella Primera Guerra mundial de 1914-18 en la que no participó España. La llama también está dedicada a viudas, inválidos y huérfanos, a los sacrificios en corazones y cuerpos.
También está la llama “dedicada a los soldados y víctimas de la Segunda Guerra mundial” (en la que ya sabemos cómo participó España diezmada por el franquismo), “de la guerra de Indochina y otros conflictos”. Es pues “la llama de la Nación ; estamos todos encargados de reavivarla o sea de servir nuestro país, con una actitud digna y respetuosa hacia la llama que brilla desde hace más de un siglo”.
Se mencionaron entre las asociaciones presentes las de los Combatientes del Batallón Resistente FFI de Eysses (también hubo españoles en aquella cárcel), la de los deportados a Dachau (donde también hubo españoles ya que republicanos españoles hubo en todos los campos de concentración nazis).
Todos pusieron flores ante el recinto de la llama. Entre los jóvenes estaban los antiguos alumnos de la escuela de Massilan y los jovencitos de varios establecimientos de Villemomble, guiados por maestros y por su alcalde.
¡Ojalá en España haya también algún día homenajes de esta índole a los republicanos españoles de los pueblos de los que tuvieron que salir los republicanos allá por el “largo verano del treinta y seis” !
¡Ojalá se coloquen placas y lápidas mencionando a los combatientes republicanos en cada pueblo español como la que menciona debajo del Arco del Triunfo parisino, en otras épocas monumento de la ambición napoleónica, “a los combatientes de los ejércitos y a los resistentes que dieron su vida por Francia”.
¡Ojalá también se coloque una lápida semejante en cierto cementerio madrileño con todos los nombres de los republicanos allí fusilados de 1939 a 1944 y vayan en procesión en autobuses, con coste pagado por el Estado, los alumnos de cada pueblo de España, cada 14 de abril, a rendirles homenaje, guiados por sus profesores y sus alcaldes!
Fue muy emocionante presenciar el homenaje de niños, autoridades y asociaciones con flores, música y firmas solemnes de los responsables del Protocolo, debajo de la gran bandera tricolor en el solemne recinto del monumento que antaño fue el libro pétreo de las victorias de Napoleón.
Tras sacar fotos de las placas grabadas de cobre di la vuelta al soberbio monumento para leer los nombres de “Madrid, Krasnoé, Portugal, Catalogne, Andalousie”…y tantos más.
Me despedí con una última vista general del Arco y de la Tour Eiffel desde la avenida de la Gran Armada.
Paris, 28 de mayo de 2025
Rose-Marie Serrano
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