lunes, 22 de agosto de 2016

FLORES TRICOLORES EN EL COLEGIO GARCÍA LORCA (PETITE-ESPAGNE, SAINT-DENIS-PARÍS)


Homenaje a Federico García Lorca en el Colegio García Lorca




Tras leer  el 19 de agosto,  otra fecha trágica de la historia española, unas páginas emocionantes de dos libros dedicados al crimen monstruoso perpetrado por "unos generales analfabetos" sobre la persona del intelectual republicano Federico García Lorca, el de Ian Gibson Granada, 1936, El asesinato de García Lorca (círculo  de lectores, 1979) y El crimen fue en Granada, Elegías a la muerte de García Lorca (Lumen, 2006, con el magnífico poema de Dámaso Alonso, La fuente Grande o de las Lágrimas- entre Alfacar y Víznar), me fui a poner flores en la verja del Colegio  García Lorca,  sito en el barrio de la Petite-Espagne de Saint-Denis (afueras de París), donde vivieron muchos españoles emigrados, exiliados, resistentes.



Me hubiera gustado, para expresar la emoción que me embarga al pensar en aquel horrendo asesinato que acabó con la vida una de las luces de la II República española,  aquel poeta y dramaturgo pero no solo, poder escribir algo parecido a los magníficos poemas del compendio publicado por Lumen. Solo logré pensar que mi poema, de existir un día, podrá titularse : "Iré al barranco de Víznar, iré a Fuentevaqueros, iré a Granada" porque quisiera ver los lugares donde  Federico nació, vivió feliz y también murió trágicamente para nuestra desolación.



De no ser ahora las vacaciones escolares se podría pensar en una actividad pedagógica en el colegio García Lorca de Saint-Denis y de colocar en algún aula un monumento que los Amigos de los Republicanos españoles podríamos ofrendar  al Colegio en memoria de nuestro gran intelectual andaluz sacrificado por el fascismo español.

 ¡ Federico es eterno !

París, 21 de agosto de 2016
Rose-Marie Serrano
(Amigos de los Republicanos españoles -RP-)

La fuente grande o de las lágrimas
a Federico García Lorca





















Ay, fuente de las lágrimas,
ay, campos de Alfacar, tierras de Víznar.
El viento de la noche,
¿por qué os lleva la arena, y no la sangre?
¿por qué entrecorta el agua cual mi llanto?

No le digáis al alba vuestro luto,
no le quebréis al día su esperanza
de nardo y verde sombra;
pero en la noche aguda,
sesgada por el dalle de los vientos
que no olvidan, llorad, llorad conmigo.

Llora, tú, fuente grande,
ay, fuente de las lágrimas.
Y sed ya para siempre mar salobre,
oh campos de Alfacar, tierras de Víznar.

Dámaso Alonso.


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