Buscamos a los parientes de D. Juan Antonio Moyano, maestro depurado, quien lo fue un tiempo en la Torre Esteban Hambrán (Toledo) donde dejó un recuerdo imperecedero en las mentes de quienes tuvieron la suerte de ser alumnos suyos. Uno de ellos, incluso, más tarde, logró que se le pusiera su nombre en una calle del pueblo. ¿ Se enteraría D. Juan Antonio Moyano ?
Si tiene hijos o nietos, sepan que mi padre de 91 años sigue recordando su enseñanza, con gran ilusión y admiración.
Rose-Marie Serrano
Buenas tardes,
ResponderEliminarMi nombre es Juan Antonio Moyano González, y soy descendiente directo -nieto- del maestro D. Juan Antonio Moyano Iglesias. Aunque mi abuelo hace ya muchos años que nos dejó (falleció en 1982), su recuerdo y ejemplo permanece indeleble en la memoria, tanto mía como la de mi hermana, que tuvimos el privilegio de aprender tantas cosas de su persona y quererle, no sólo como familiares, sino desde la admiración que nos despertaba como el hombre sabio y bondadoso que era.
Aunque yo en aquel entonces era un crío de 12 años, recuerdo perfectamente el acto de homenaje que en el año 1976 se celebró en la Torre de Esteban Hambrán, con motivo de la inauguración de una calle con su nombre (en casa de mi madre conservamos la placa conmemorativa que se le entregó aquel día), al que mi abuelo asistió con emoción y sincero agradecimiento. Siempre me sentí orgulloso de la labor docente de mi abuelo, cuya bondad se refleja también en el cariño y las palabras de elogio de sus antiguos alumnos, tanto de la Torre como de los otros lugares donde estuvo destinado (Navalcarnero, Cardona, Madrid…). Pese a las adversas circunstancias, nunca dejó de ser un maestro republicano, con el espíritu humanístico y de amor por la docencia que la República inculcó en sus funcionarios de la enseñanza.
Como tantos otros maestros, mi abuelo también sufrío un expediente de depuración tras la guerra, que en su caso le supuso la deportación o traslado forzoso a un pueblo de la provincia de Barcelona (el mencionado Cardona), más una sanción de 2 años de empleo sin sueldo. Hace algunos años tuve la curiosidad de investigar su expediente de depuración, en el Archivo General de Alcalá de Henares, y pese a los informes favorables de la mayoría de testimonios, muchos de ellos de personas de la Torre, la implacable maquinaria de destrucción del sistema educativo republicano que se puso en marcha en la posguerra se cebó también en la carrera profesional de mi abuelo. Al menos nos queda el consuelo de que su vida no terminó vilmente contra las tapias de cualquier cementerio, como sucedió con tantos maestros y maestras en la guerra y en los años siguientes.
Quedo a vuestra entera disposición para cuantos datos adicionales queráis conocer sobre la trayectoria de mi abuelo. Recibid un fraternal abrazo.
Salud y República,
Juan Antonio Moyano
farouet@gmail.com